LA CRONICA
2 DE AGOSTO VALENCIA - TAVASCAN - GRAUS
Nos hemos repartido en dos coches, con Julio y Marién como conductores. El viaje, con pocas incidencias: Inma quería ir a Port Aventura y Marién ha satisfecho sus deseos. Y después de algún despiste en la ruta, hemos parado a comer en Tremp, donde la anécdota va ligada a esas casualidades de la vida que te hacen pensar.
La camarera, de Quesa, un pueblecito cercano a Canals donde Julio y nuestro amigo Antonio coincidieron con ella haciendo una ferrata: “¿vosotros erais los dos pringaos que bajaban por una cuerda en las charcas?” casualidad que diez días después encontremos a esta desconocida en un pueblo lejano al parar allí a comer…. Esto promete! Llegamos a Tavascán sobre las 16:30 horas para afrontar la etapa más corta, la de Tavascán al camping-refugio de Graus (1.358 m.). Un paseo de poco más de hora y media y 200 metros de desnivel y unos 4’5 km., perfecto si se llega de viaje a Tavascán el mismo día de inicio e ideal para estirar un poco las piernas y prepararnos para las jornadas del día siguiente. Tavascán es uno de los últimos pueblos que guardan la entrada a la gran barrera Pirenaica. Dedicado a la producción eléctrica y a los deportes de invierno, nos sirve de partida para comenzar nuestra ruta.
Dejaremos el coche justo en el parking y nos preparamos para nuestra aventura, acomodándonoslas mochilas más o menos pesadas, últimas llamadas a la familia, pues pasaremos prácticamente los 4 días sin cobertura. Nos acompaña un sol imponente. A las 5 de la tarde se inicia nuestra Porta Del Cel. En la entrada del Parking veremos una caseta de información turística y este será el punto de comienzo y final de nuestra ruta. De forma frontal a la caseta veremos una calle empedrada por donde comenzamos a caminar dirección a Graus.
El tramo es precioso, lleno de helechos, avellaneros, cascadas, puentes,… una maravilla de camino fácil y recomendable para cualquier nivel. Llegada al camping a las 18:45. Una vez en el Camping, confirmamos la reserva de la Porta nos asignaron las camas, nos dieron la camiseta, el mapa, el forfait y a la ducha. Para alguno de los integrantes, era su primera estancia en un refugio, por lo que el estreno en la habitación fue movido, que si me coloco aquí, que allí estaremos mejor, que si este ronca, que si me doy un golpe en la cabeza,…
La cena sobre las 8. Aquí todavía no hay mucho ambiente montañero, ya que el camping está a 5 minutos de Tavascán por una carretera asfaltada y sube mucha gente a pasar temporadas en verano. La cena normalita tirando a floja. El guarda nos deleita con una película para promocionar la nueva ruta de “Camins de Llibertat”. Algunos, se fueron a contemplar las estrellas, otros, a dormir. No puedo dejar de plasmar nuestro malestar con los encargados del camping de Graus. En primer lugar, no tenían tallas suficientes de camisetas para todos, así que, o te conformabas con el modelo del año anterior, o te ibas con una talla que no era la tuya, y eso que estábamos a principio de agosto. Nos ofrecieron la posibilidad de dejar allí una bolsa con las camisetas elegidas y los mapas para así no tener que cargar con ellos toda la ruta (con un mapa era suficiente). La sorpresa es que cuando a nuestro regreso recogimos el paquete con nuestro nombre junto con el detalle por finalizar las etapas, no coincidía ninguna de las tallas ni modelos, pues son diferentes para chico/a, así que tuvimos que volver a realizar 60 km en coche para solucionar el desaguisado (alguien había cogido nuestras camisetas que necesitaría y las había sustituido por otras al azar). Además, la señora que nos atendió fue bastante desagradable a pesar de ser nosotros los perjudicados. Aquí queda dicho y recomiendo no pagar los 30€ de gestión.
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