04/08/2015 LA PORTA DEL CEL

CERTASCÁN - PINET 

A las 7:15h estamos ya dispuestos para caminar. Para algunos el cansancio va haciendo mella. Rosa dice no haber pegado ojo en toda la noche, aunque curiosamente no ha oído llover.

Nada como la foto del perfil para intuir el día que nos espera. Afrontamos el tercer día saliendo del refugio de Certascán hacia el de Pinet, en el que tendremos que superar fuertes rampas, con ascensiones y bajadas de una inclinación importante. Un auténtico recorrido “rompe-piernas”. Comenzamos la caminata con lluvia intermitente, lo que nos hace ir cambiando de look a cada momento. La temperatura es ideal y el paisaje insuperable.

 

El primer escollo del día es el Coll de Lurri (2.217 m.). Una vez arriba, y ya con el sol brillando, podemos disfrutar del singular Estany de Romedo (el Dalt i el Baix).

 
Empezamos a quedarnos solos, ya que el resto de montañeros que realizan la ruta ya hace rato que nos han pasado. Parece ser que el resto de la gente va muy preparada, porque nosotros, a pesar de nuestra lentitud, no vamos mal de tiempo.

                                   Presa Romedo

Después de una parada para almorzar, nos dirigimos al Port de L'Artiga, a 2.477 m, zona de paso a Francia. Se han acabado los lagos y empieza la piedra. La subida es realmente dura, con casi 500 metros de desnivel. Gracias a la técnica de Heimlich que me aplica Inma, supero mi parada de digestión que hasta el momento me estaba impidiendo disfrutar del recorrido.

Justo en el coll, nos encontramos a un francés típico, con su boina y su queso, almorzando tan ricamente, a pesar del fuerte viento que azotaba en ese momento. Con pocas fotos para no enfriarnos, iniciamos el largo descenso por una interminable tartera.

Llegando hacia el valle, nos encontramos con unos increíbles meandros de aguas transparentes, donde algunos de los integrantes, aprovechan disfrutar de un baño que les dejaran los pies como nuevos. Mientras otros aprovechamos para comer. “A mi m’agrada anar botant però no m’explique com ho fan tan bé tots o totes els qui no els agrada, exigeix prou atenció i això cansa. Júlia no es troba bé des del matí, no sé com pot fer-ho. Ja en la pujada sentia agonia. Dinem molt a gust en el prat mentre els de Pego estan ja fent la pujada, que sembla molt vertical.” Rosario Nos espera ascender otro puerto de primera categoría. La mitad del grupo se avanza a la subida para poder ir a su ritmo. La subida es realmente larga y vertical, sobre todo el último tramo.
 

“El final em sembla un poquet perillós. Si no t'esvares, no hi ha cap problema, però i si sí?” Rosario

Alcanzamos el Pointe de Recos y claro, después de una dura subida, viene la no menos dura bajada.

Cambiamos de vertiente y las vistas nos paralizan. Bueno, a algunos fueron las vistas, a otros la pendiente de la bajada. No me quiero imaginar qué habríamos hecho con lluvia, supongo que bajar igualmente, pero con menos dignidad. Al principio es piedra suelta, luego de nuevo pedrera. Son las 16h y la llegada al refugio de Pinet se está haciendo eterna. Ya nos lo habían dicho. Además, la niebla se nos echa encima por momentos.
 

Isabel contemplando la bajada y preguntándose: ¿Es por ahí? Para llegar al refugio hay que dar un buen rodeo, descendiendo por unos prados sin prácticamente sendero, y dirigiéndonos a un collado por una fuerte pendiente. Julio rompe el bastón con una caída, pero todo queda en un susto. Nos vienen algunas dudas sobre por dónde subir. Julio se adelanta, el track nos dice por un lado, las fitas por otro. No vemos sendero, estamos agotados y la niebla nos pilla. Va a más velocidad que nosotros. La ascensión es dura a estas horas de la tarde.

Ascendemos entre unas chorreras de agua que se deslizan buscando la base del valle, vamos por donde podemos. Unos franceses nos indican que vamos por el buen camino, aunque, curiosamente, cada uno interpreta esa conversación como quiere.

Llegamos arriba, por fin. Julio nos espera sentado hace un buen rato. Desde lo alto, a la izquierda, se divisa el refugio y parece que lo tienes a pocos metros… será en línea recta, porque en medio aparece un cortado insalvable. Todavía queda descender a una canal llena de nieve y una trepada de unos 100 mts, equipada con clavijas y cables.

La trepada por las clavijas, no es excesivamente peligrosa, pero sin asegurar, con las pesadas mochilas y sobre todo con el cansancio acumulado, parece más peligroso de lo que realmente es. Rosario insiste que no puede ser por ahí, que debemos habernos equivocado. De hecho, es lo primero que pregunta a los de Pego a su llegada al refugio, que si han subido por allí, a lo cual ellos le contestan que no, que lo han hecho en helicóptero.
 

“Finalment l'arribada és apoteòsica. No podia creure que fora el camí correcte. Em pegue un bon colp al cap en impulsar-me per pujar. Rosa pregunta si no podríem demanar un taxi i si jo vaig a pujar. Quin remei, però no em fa gràcia. Amb l'ajuda de Julio i Ximo pugem, si no jo no ho hauria fet, per por, sobretot. Hui sí que estic cansada, també fa molt la tensió, des de després de dinar ha sigut pesada per a mi. Ja estan allí els de Pego i han fet el mateix, és increïble” Rosario Una senda desciende suave hasta el refugio francés de Pinet, junto al estanque del mismo nombre (2.246 m.). Ahora sí, está allí. La llegada sobre las 18:50 horas, por lo que vamos directos a la cena. Nos ducharemos después.

No hay sitio ni para dejar la mochila y hay un poco de desorganización. Los guardas son bastante atípicos, aunque uno de ellos ha sido muy amable dejándole a Julio todo tipo de herramientas oxidadas para que pudiera arreglar su bastón, cosa que finalmente ha hecho. Como dice Rosario un auténtico”handy-man”. Ha sido la jornada más larga y dura, aunque hemos hecho varias paradas, pero de igual forma se hace bastante larga, sobre todo después de comer. “Qui diga que no ha acabat mort, menteix. Després de moltes pujades i baixades, de creuar un never i de pujar per unes clavijes agafats d’un cable, hem arribat al refugi, penjat en un lloc inverosímil”. El grupo, en la crónica después de cenar