miércoles, 16 de diciembre de 2015

05/08/2015 LA PORTA DEL CEL

PINET - VALLFERRERA

El cuarto día nos espera la Pica d'Estats (3.148 m.). Como anécdotas, la comida del picnic que nos han preparado en el refugio de Pinet y la fuga de agua en el refugio de Vallferrera. 

Por lo demás, una de las rutas más bonitas que he hecho nunca, acompañados todo el día de un sol radiante.
 Desde Pinet, y por esta vertiente francesa, realizaremos el ascenso a la Pica d’Estats máxima altura de Cataluña y de la travesía, para descender y salvar el Port de Sotllo (2.874 m.) paso fronterizo que nos devuelve a territorio español, en un largo descenso hasta el refugio de Valferrera (1.905 m.).

Hoy somos más puntuales en la salida, y después de una noche sin incidentes y un desayuno un poco escaso con pan duro de la noche anterior, iniciamos nuestra ruta a una temperatura fresquita y rezando para que el track no nos haga descender las clavijas del día anterior.
Comenzamos ascendiendo por una preciosa senda de alta montaña donde queda algún nevero, antes de llegar al Estany de Montcalm. Por el camino, nos encontramos con un aspecto rocoso de grandes bloques de piedra que da al paisaje un aspecto inhóspito.

Después de una parada para picar algo, iniciamos el ascenso tranquilamente a la Pica d’Estats. Rosa e Inma deciden quedarse guardando nuestras mochilas y las de los de Pego.

La subida por esta zona tan pisada y frecuentada apenas tiene dificultad.La cima está llena de gente y el ascenso parece una romería. Una vez arriba, y después de las pertinentes fotos individuales, de grupo, picar las tarjetas desaparecidas y de la contemplación del paisaje, iniciamos el descenso buscando el Port de Sotllo, un descenso lleno de piedras y neveros que continúan dando al paisaje un aspecto lunar.
La preciosa bajada hacia el refugio de Vall Ferrera, como ya he descrito al principio, es una maravilla, con sus tarteras, sus dos grandes estanys (Estany de Estats y de Sotllo).
 

A mitad de la segunda bajada, una tartera interminable, nos encontramos a los de Pego deleitándose con el deliciosos picnic de Pinet: “….els macarrons no están mal del tot…”. Nosotros tendremos el placer de degustarlo al final de la bajada, al lado de una preciosa cascada donde, como no, las sirenas de nuestro grupo se refrescarán en sus aguas. El único que tiene suerte es Ximo, al que le han puesto una lata de paté para poder untar en el pan duro de la noche anterior…Afortunado!!!!!!!
 

Riachuelos, cascadas, lagos y finalmente el bosque de pino negro. Esta zona invita al descanso y nos cruzamos con muchos montañeros que suben a estos lagos a pasar la noche con tiendas para, a la mañana siguiente, subir a las cimas. Nosotros, mientras bajamos, vamos imaginando la fiesta que se montaran allí todos juntos. Las chicas del grupo
 

La parte final del bosque está llena de cortados, lo que nos hace ir avanzando lentamente. Rosario, que se retrasa, insiste en que no está cansada, sólo que lleva muchas horas caminando y no se ve segura, así que Julio la dopa con dos dátiles, que sumados a la pastilla de glucosa que le había dado Inma con anterioridad, hace que coja un colocón de cuidado y que comience a bajar como una fiera. “Després de dinar, estanys, torrents, prats, baixem i baixem, molt bonic però hem de tornar a pujar. Anem per un barranc al fons del qual està el torrent i jo tinc sensació de perill (deu ser on diu en el mapa Pales d’Areste). Fa calor i em note les cames fluixes. Quant ho dic, que no vaig segura, em donen glucosa com per a una boda. Canviem de vessant, ja no ho veig perillós i vaig darrere de Julio, molt millor. Ens creuem amb molts grups que pugen a dormir als Estanys, a la nit hi haurà molt ambient.”
 

Cuando llegamos al refugio, nos encontramos con Laura, una guarda que es encantadora y que NOS RESPETA LA FEDERACIÓN porque entiende nuestras quejas. Nos informa de que nos toca el segundo turno de cena, así que, después de las duchas toca charlas, risas y muchaaaaa cerveza. Nos la hemos merecido, sobre todo Rosario, que se burla de todos nosotros cuando nos ve caminar como robocops.

 

Mientras tanto, el primer turno de cena se dedica a recoger el agua de una inundación en el comedor, a causa de la rotura de una tubería. ¿A que no sabéis quien reparó finalmente el reventón? Pues sí, Julio Mcgiver, a quien Laura obsequia con una cerveza y una jarra de vino para la cena, por cierto, exquisita. Nos vamos a dormir con algún chupito de más.

 







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