miércoles, 16 de diciembre de 2015

06/08/2015 LA PORTA DEL CEL

VALLFERRERA -TAVASCAN

Para el último día decimos salir a caminar temprano, ya que la jornada es la más larga y debemos recoger las camisetas y regresar al hotel de Rialp. Así que a las 5:30 ya estamos en pie y dispuestos.

El trayecto hasta Tavascan no es muy exigente, o eso decían las guías. Sólo hace falta salvar el Coll de Barbote (2.488 m.), el Coll de la Llaguna (2.596 m.) y la cima de Roca Cigalera (2.668 m.), donde encontraremos cobertura por primera vez en todo el trayecto, para bajar por la Collada de la Ribera (2.455 m.) hasta el pueblo.
 


Después de la foto con la encantadora Laura, iniciamos la marcha a las 7h, con un primer tramo precioso y un bosque digno de cuento. Pronto iniciamos una dura subida, larga, larga, para unos más que para otros, que nos llevará hasta el refugio de Balborte, pasando por la cabaña de Basello. Aquí encontraremos un tramo de mucho matorral bajo, un tipo de paisaje que no habíamos visto hasta el momento.
 

La llegada al Estany de Baborte la hacemos en compañía de los de Pego. Un lugar realmente precioso. No sé si era la luz del momento o la compañía, pero el lugar es otro de los sitios dignos de recordar. Allí almorzamos y descansamos un poco.

Al retomar la marcha encontramos al grupo de Pego, que se había adelantado. Una de las componentes, Marina, se ha hecho mal en el pie. Parece ser que es un esguince. Julio interviene y decide ayudar para inmovilizarle el pie. Lo mismo le da un agujero que un descosido. Mientras estamos parados se nos acerca una pareja a la que encontramos el día anterior descendiendo por una pedrera. Ella lleva otra mochila de Doraimon y empieza a sacar de ella unas láminas hechas con productos chinos que parecen ser milagrosos, así que también se los ponen a la pobre Marina, junto con algún otro potingue más, bajo la atenta mirada de todos los integrantes de los dos grupos y la envidia de Julia. La lección en medicina es magistral. Yo me quedo con la explicación del acompañante, que recordaré el resto del día….¡¡¡Cuánta razón tenía!!! Sus palabras se repitieron en mi cabeza hasta la llegada a Tavascán: “Ves el pueblo abajo, a lo lejos, y parece que nunca llegues, que te gaste una broma y se vaya alejando. La llegada al pueblo se hace eterna”. Aconseja a los de Pego una variante más fácil para Marina en la que pueden acercarla a un coche, pero parece ser que entre la cura de Julio y el potingue chino, ha habido mejoría.
Así que decidimos continuar todos.

 

Refugio de Baborte Desde este punto ascenderemos el Coll de Balborte que se ve justo detrás del refugio en busca de la Roca Cigalera. Nos queda uno de los últimos escollos de la jornada, el Coll de la Laguna, una dura subida entre piedras.


“La pujada per pedreres, roquerals més bé, és tremenda. A mi m’agrada pujar, sense problema. Anem cap a la Roca Cigalera, a quasi 2700 m. Com el dia de Pinet, no puc creure que eixe siga el camí correcte, però Julio porta el track i ho és”. Rosario. Desde este punto, el camino se suaviza hasta la roca Cigalera donde aprovechamos para hacer fotos con los de Pego y otros para hablar por teléfono.

Ya en el punto más alto vemos absolutamente todo el recorrido que hemos hecho. Tavascán, abajo en el valle, el pico e ibón de Certascán, los collados de l'Artiga y el Pointe de Recós, la Pica, el Montcalm y el valle a sus pies, Baborte. Una fantástica panorámica del trecho recorrido durante estos días.
 

Atravesamos la elevada llanura hasta la collada de la Ribera, para descender por el valle, donde pararemos a comer y a refrescarnos un poco. El camino se ha suavizado en comparación a otras jornadas, pero mi pie empieza a resentirse. Me lo doblé el día de Pinet y hasta el momento aguantaba con un ibuprofeno por las noches, pero hoy ya ha dicho basta. “En baixar parem a dinar i a les 14’30 comença la baixada que serà llarga, llarga”.Rosario

 

Desde este punto ya todo es bajada hasta Tavascán, sólo nos queda sellar en la Borda de la Ribera y, de regreso al pueblo. Cuando dejamos el valle bordeamos la montaña para dirigirnos a Tavascán. Los de Pego nos han adelantado a pesar de llevar a Marina a medio gas. Encontramos a las vascas comiendo en la borda. Cuánta razón tenía aquel chico que nos dijo que el tramo era interminable. El pueblo se ve al fondo del valle justo bajo nosotros, pero misteriosamente lo vamos dejando atrás a medida que avanzamos por un camino roto entre el bosque. Yo, al menos, no puedo correr mucho pues me duele bastante el pie, así que decido poner un vendaje para poder llegar. La bajada se está haciendo laaaaaaaarga. Marina se ha vuelto a caer y han decidido llamar a un helicóptero de rescate para que la baje. Además, parece ser que una de las vascas también está tocada. Menudo final de viaje…. A la vista de las circunstancias, Julio y Marién deciden adelantarse, de esa manera podrán ir a Graus a recoger las camisetas que dejamos allí y sellar, mientras nosotros acabamos el descenso. El helicóptero no tarda en llegar, lo escuchamos en su aproximación.  

 
El pueblo al fondo

Finalmente, el sendero gira a la derecha y comienza el descenso hacia el pueblo. Parada para reponer fuerza y, sorpresa, Isabel sabe hacer unos masajes estupendos y se lo tenía callado. Menuda suerte tiene Ximo!!!
Ya lo tenemos aquí, ahora ya casi lo podemos tocar. La alegría se nota en nuestras caras. Llegada a las 6:15h, y prueba superada.


Primera llamada de teléfono desde que salimos mientras esperamos a Julio y Marién, que no tardarán mucho en llegar. Y salimos de Tavascán rumbo a Rialp. Ya en el hotel, descubrimos el desastre de las camisetas y los mapas. Ya lo conté al principio, pero insisto en el vergonzoso comportamiento del personal del camping de Graus. A pesar de todo, llevamos un exquisito sabor de boca y una cara de felicidad y satisfacción. Nos ponemos las botas en el buffet de la cena y, como siempre, acabamos bailando para despedir la noche.
 

Al día siguiente, día de descanso. Después de comer saldremos hacia Valencia. “Ara al reviure-la, la tornaria a fer, crec que gaudiria més. Quan vas un poc a segues, no saps que queda i penses que no s’arriba mai. Els de l’Argilaga, de meravella. Per no haver fet prèviament alta muntanya ho han fet molt bé i no han protestat res i això que la iniciació ha sigut apoteòsica. Els paisatges han sigut espectaculars i el grup immillorable. Molt feliç d’haver anat i fins a una altra!!!!! Un plaer haver-vos acompanyat Julia

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